Poemas

Idilio a fuego lento

Hablando del amor y otras verduras

nos pusimos a cocinar.

Pelamos papas, cortamos cebollas

a lágrimas vivas, echamos sal.

Con el rojo vivo de los tomates,

con el verde del pimiento y el perejil.

Prolijos los cubos de carne magra.

Bien tapada la olla de hierro.

A fuego lento el guiso, a fuego lento el corazón.

Ya vendrían los hombres con hambre

hambre de guiso y de amor.

Agregar despacio agua caliente.

Después el fideo caracol y esperar.

Justo a la hora acostumbrada

los hombres llegan, el corazón apura.

La mesa espera y la fiesta comienza.

Fiesta del pobre, guiso caliente

y la promesa de siestas tibias

y acompañadas.

 

Elsa Hufschmid-

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