Nosotros
Verde campo,
frío invierno…
negra noche…
claro cielo.
Blanca espuma de las olas
que salpica mis cabellos.
Agua turbia y estancada
que está quieta como un preso.
Así, tú y yo por la vida,
así, los dos tan opuestos;
yo, repleto de alegría,
tú, sombrío como un muerto.
Yo, de sueños y ansias lleno
Tú, amargado y sin anhelos.
Y siendo tan diferentes
los dos vivimos a un tiempo
porque tú me necesitas
y yo a ti muy bien comprendo.
Y aunque a veces discutamos
y otras, ni nos hablemos
yo sé que tú me comprendes
y yo, tu rigor respeto.
Ya ves que gran ironía
tenerte por compañero,
¿quién nuestro amor uniría
en este mismo sendero?
Así ocurre muchas veces
que el destino traza un cerco
y sin saberlo nosotros
en su red quedamos presos.
Margarita Alejandro Bello-
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