Poema del
Concurso Bodas de Plata

Comodoro Rivadavia y tu

Esa miel que hay en tus ojos
su misterio indescifrado,
la dulzura de tu rostro
y tu candor me atraparon.
El mar con su blanca espuma
sin pausa te está arrullando
y ese ondular de las olas
reventando entre peñascos.
Por esa avenida Roca
la brisa te va nombrando.
En el barrio Pueyrredón
la noche se vuelve canto.
Se vuelve canto tu nombre,
tus cabellos despeinados.
Se torna arrullo tu risa,
arrullo emana tu paso
hay un silbo que se agita
en el rumor del ocaso.
Por calles de “Las Mil Ocho”
un guitarrear va rodando.
¡Cuánto blancor de gaviotas!
¡Cuánto rielar del albatros!
La Ruta Azul se empecina
en desgajar soplos albos.
Allá por Caleta Córdova
mi corazón se ha quedado.
El mar choca en la escollera
buscando darme un abrazo,
como si la mar quisiese
enredarme en tus ojazos.
Por avenida Rivadavia
Percibo inéditos cánticos.
Me voy por la Costanera
mi rezo deshilachando.
Peregrino al fin del mundo
solo a morir en tus brazos.

Julio César Alvarado-