Crónica Literaria

Diario Cronica

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Alberto Vargas

2001 - 2010
Comodoro Rivadavia
Chubut - Argentina

3 de febrero de 2010

Compendio de metapolítica

Toda resistencia es, según Alain Badiou, ruptura en el pensamiento, mediante el
enunciado de lo que es la situación, y fundación de una posibilidad práctica abierta por
este enunciado. Contrariamente a lo que se sostiene a menudo, no conviene creer que
es el riesgo, muy grave en efecto, el que impide a muchos resistir. Por el contrario, es
el no-pensamiento de la situación el que impide el riesgo, es decir, el examen de las
posibilidades. No resistir es no pensar. No pensar es no arriesgarse a arriesgar. Hay
que enunciar la situación por lo que ella es, en cada caso, y luego arriesgarse a que
haya riesgos, y siempre los hay, grandes o pequeños, cuando el pensamiento abre
posibilidades. Es por eso que hoy, cuando pensar que hay que pensar lo real de la
situación se hace raro (pues el consenso que se celebra es el no-pensamiento como
pensamiento único), podemos volvernos con agradecimiento hacia los resistentes.
Como dijo Spinoza, “sólo los hombres libres son agradecidos los unos con los otros”.
En este sentido, hay que entender por “metapolítica” los efectos que una filosofía
puede extraer, en sí misma y para sí misma, del hecho de que las políticas reales
sean precisamente pensamientos. La metapolítica se opone a la “filosofía política”,
para la cual, como las políticas no son pensamientos, es sólo al filósofo a quien
corresponde pensar “lo” político. Así, el filósofo tendría un triple beneficio: en primer¨¨
lugar, ser el analista y el pensador de esta objetividad brutal y confusa que es la
empiricidad de las políticas reales; en segundo lugar, ser quien determina los principios
de la buena política, de aquélla que se ajusta a las exigencias de la ética; y, en tercer
lugar, no tener que ser, para hacer eso, el militante de ningún proceso político
verdadero, de manera que podría aleccionar indefinidamente a lo real, en la modalidad
que le es más cara: la del juicio. (Editorial Prometeo)

Alan Badiou nació en Rabat (Marruecos) en 1937. Estudió filosofía en la Ecole
Normale Superiore de París entre 1956 y 1961. Fue discípulo de Louis Althusser.
Ejercitó la docencia universitaria desde 1969 en la Universidad de París VIII (en la
que, desde 1999 ocupa el cargo de Director del Departamento de Filosofía) y en el
Collage Internacional de Philosophie.
Miembro fundador del Parti Socialista Unifié (PSU) ha militado en diversos
movimientos políticos de orientación marxista.  Entre sus obras más importantes hay
que mencionar El ser y el acontecimiento, Manifiesto por la filosofía, Pequeño manual
de inestética, Breve tratado de ontología transitoria, Compendio de metapolítica y
Teoría del Sujeto.