Evocación
Solo recuerdos me quedan
de aquellas horas vividas
que en mis brazos te tenía.
Mis manos acariciaban
tu blanco y sedoso cuerpo
y quieta permanecías.
En la claridad del día
la mirada de tus ojos
“abrázame” suplicaban,
y en la penumbra nocturna
brillaban como estrellas
que en el cielo relucían.
Solo recuerdos me quedan
que no los puedo olvidar.
El día que tú te fuiste
pensé que regresarías,
pero a mí ya no volviste
y quedó truncada mi vida.
Entonces me resigné
a vivir del pensamiento.
De los felices momentos
que sabía que eras mía
hermosa gatita blanca
que miau...miau...decías.
Andarás por las veredas,
entrarás en los jardines,
subirás a los tejados,
pero el amor que te he dado
nunca lo has de encontrar...
y también tú llorarás.
Enrico Kaplan-
|