Fuerza y amor

Con nostalgia, hacemos el trayecto;
al llegar a la curva no puedo evitar
girar la cabeza a la derecha,
ahí está como siempre, erguido,
con vista al mar.
En un impulso atravesamos el portón,
al llegar nos recibe rodeado de verde;
pensar que era nuestro punto de reunión.
Sábado a sábado, se vestía de música,
charlas y risas.
Hoy sus puertas se cerraron y los tangueros
andamos nómades buscando un sitio para bailar.
Bajo, camino, recorro, escucho,
si, entre el vaivén del follaje
las notas de un tango
se encuentran prisioneras de las hojas,
hacen piruetas, cortes y quebradas
Se niegan a irse, a dejar el espacio que
durante tanto tiempo fue testigo de tandas
que el musicalizador de turno nos hacía oir.
Darienzo, Disarli, Pugliese …
Todos estuvieron allí,
deleitando a cada uno de los presentes
y ahora la pregunta obligada
¿Dónde es la milonga éste sábado?
Y ahí salimos a averiguar lugares,
preocupados buscando salón
Con un solo objetivo
“el tango debe seguir”
Por la gran cantidad de jóvenes y por nosotros mismos
que cada fin de semana
nos juntamos como una gran familia.
Sigamos golpeando puertas,
luchando por un edificio propio
No bajemos los brazos.
“El tango es unión, fuerza y amor”

María Elena Herold-