Lágrimas en Comodoro
Llueve en Comodoro.
Llueve en mi alma.
Llueve porque tú no estás aquí,
compartiendo pecados en la cama.
Al ver en el espejo
el reflejo de tus ojos,
me recuerdan al dulce olor de la miel
sobe el pan de trigo.
Cada quién
tiene sus límites,
los míos serían disfrutar
de un día contigo.
Sueño con tus ojos
que me hablan
y en el resonar de sus voces
escucho que ellos me aman.
Quisiera ser el comandante
de tu sonrisa,
para sentir de tu voz
una cálida brisa.
Maximiliano Vargiu- |