Primavera
Ya siento en mi cuerpo la sana alegría
de la primavera.
Quisiera volar, imitando a ellos
los seres alados que alegres van
piando y cantando, ignorando al mundo
que sufre en silencio.
De niños que meren de hambre y de frío
de gente inocente que padece horrores
y pierde la vida en guerras estériles.
Me siento egoísta por gozar así
esta primavera.
Un ruego profundo ya sube a mis labios
que mis hermanos consigan la dicha
de una primavera nimbada de paz.
Elisa Susana de Marco
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