Amigo silencio
Amigo silencio
acude a mis gritos
no te vayas lejos.
Sal de entre las sombras
de ayuda cubierto
y anida en los vivos
y olvida a los muertos.
Acerca a mi oído
tu dulce aleteo
para que perciba
tu perfume etéreo.
Que todos los ruidos
y sonidos férreos
se aparten a un lado
y te cedan el puesto.
Alivia el vivir
de este ruido horrendo,
quizás, de por vida,
condenado eterno.
Preséntate a mi
en espacios abiertos,
serena mi alma
y quédate luego.
Y ondea en el aire
tu signo de aliento,
de paz y armonía
entre hombre y pueblos.
Alivia asperezas
de ruidos siniestros
y cuando tranquilos
tengamos adeptos,
te bendeciremos
amigo silencio.
Margarita Alejandro Bello-
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