Estación de invierno
Abro completamente desnudo la ventana
y miro: arriba las estrellas siguen alumbrando
una fiesta de la que sólo escuché el rumor.
Músicas que no siempre fluyen para el hombre
en la noche irónica y danzante.
Música sin la fantasía de mis dedos.
¡Qué largo es el silencio!
Contempló el ancho cielo estrellado de mi patria
y esas calles que se alejan, se pierden, me dejan solo...
Músicas que van y vienen y regresan luego,
danzando libres y no iguales hacia y desde un mar sombrío.
La felicidad adormece mi voz y luego se aleja,
mientras abro completamente desnudo la ventana
y miro.
Edel Morales-
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