El río
Rastreando emerge del cristal de cromo, un yacaré con ojos de esmeralda, y serpentea entre la hierba gualda, bajo el fogoso luminar de plomo. Relampaguea en su quebrado lomo el polvo de oro que la orilla escalda, y un chiriguano de tostada espalda, asecha al saurio, con feroz aplomo. Rasga el ramaje su mirada oscura,…