Hablo de una existencia…
Hablo de una existencia que, al no encontrar conversación, se sumerge por entero en una cerrada medianoche. Hablo de una inútil meditación en un polo sin magnetismo, donde se sitúa el peor temor del cartógrafo. Ahora es, de pronto, arena. Lo que, a cada hora, envejece un poco más. El doble de la muerte. Lo…