Nada nos falta
Nada nos falta… Y el dolor, agobia. Pero es tan grande el cielo y su promesa, que apuramos el cirio cotidiano para entregarnos en luz a cada paso, con la certeza feliz y necesaria de quien se sabe portador de la esperanza. Nada nos falta… Porque el dolor que nos consume, fortalece, y se hace…