Como nubes
Pero ya no se demora la tarde en los ojos amados. Fulgurantes monedas, denarios de sol para una despedida. Ilusión de otro tiempo vagamente dichoso desvaído en creciente penumbra. Ay qué sola en lo alto sueña la luna. Un silencio en torno hay que aturde los huesos: duro viento de un tajo se lleva hasta…