Poemas

Villas

La gran farsante

con placas de lata en el cerebro,

coronada por machimbres asquerosos

y telas desarrapadas,

la sola plural,

alquimista de tinieblas,

la que arrastra como una condena

la prole de su sangre interdicta,

mamacita de los cubos

que podrían algún día extraviarse,

cobrar formas y altura,

pensar a la distancia del origen y la ferocidad,

 

ay … si fuera posible…

 

Villa, favela, muchedumbre

que arracima sus cuerpos y sus almas

a espaldas del futuro,

con nebulosos solsticios de invierno

y descarados molinos de chapa

tañendo primaveras inexistentes.

 

Yo fui tu huésped y tu víctima.

Yo viví en colchones mugrosos rodeada de críos

allá, por San Martín arriba,

cuando la solidaridad era una sábana horizontal

que nos cubría y nos achataba,

cuando el preludio de la fuga

era una imposible aleación

que nos tronchaba manos y brazos,

piernas sin espacio,

aire distraído en su propia asfixia,

 

qué lugar le corresponde a la luz,

qué hacer con la palabra piedad,

cómo encontrar la punta del hilo

y tirar, tirar

para destejer la infamia,

para que sea digno el perdón que nos merecemos

por haber permitido tanto caos y tanto dolor

tanta indiferencia inconsciente,

tanta naturalidad envenenada…

 

Ay, si fuera posible…

Niños que se vuelvan niños

Y hombres que amplíen sus horizontes.

Escuelas, escuelas, hospitales.

 

Ay, si fuera posible.

El niño que ampara mi corazón

lo está esperando.

 

Nora Nani-

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