Poemas

No pude estar

En una siesta como todas

llegaste plena de albura

Tus ojos dejaban entrever

un brillo extraño en tu mirada,

como vaticinando lo nefasto.

 

La siesta fue tarde y en

la tarde la noticia fatal

Te fuiste llevando

mi pensamiento y mi tiempo;

yo también presentí algo.

 

La tarde fue noche y de

la noche nació un nuevo día.

Supe lo ocurrido, me desesperé

quería contenerte, consolarte,

y no pude estar.

 

Te imaginé con la sonrisa marchita,

sin apoyo alguno y todos

apoyándose en ti, agotando tus

fuerzas, quebrando, lastimando,

y mancillando tu frágil ser.

 

Jamás me lo perdonaré,

sabía que al verte mal

Me derrumbaría contigo,

no te serviría mi presencia

y eso terminaría por abatirme.

 

Fue mi temor, recelo, miedo a

saberme débil, a verme inútil,

por todo eso y por las cosas

de nuestras vidas…

no pude estar.

 

José Alejandro Arce-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *