Poemas

Dios existe

Un águila en mis sueños me visita

y cierta monja anciana de semblante

tristón y distraído. Yo no sueño

con mariposas blancas ni unas gotas

cayendo de las flores o las llamas

de un cielo atardecido. Mis costumbres

severas me conducen día a día

a ir tras unos pasos que son míos,

por cierto, y son mis pasos un camino

andado para hallar alguna puerta.

La noche suele hallarme contemplando

el rostro de una estrella y me pregunto

qué cosas misteriosas ella sabe

pues eso de quedarse tan callada

es la primera incógnita del cielo.

Pero mi Dios me habla y dice: ¡Existo!

 

            Delfina Acosta-

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