Poemas

A Horacio De Tomaso

De esas cosas me olvido, es tanto el trajinar,

las rutinas que vuelven del deseo

con palabras cruzadas por el hábito.

De esas cosas me olvido, de las cartas

que siguen llegando hasta el exilio,

de los que se quedaron con todo y las maletas.

De la mano subida hasta mis hombros

para volver del nunca más, me olvido.

De las fragmentaciones que borraron el eco,

de lo que fue mudado,

de los que me donaron su paisaje, sin dar nombres,

de las perras que tuve mirando al desempleado,

de la noche escuchando, en Puebla, a Brian Eno

del sol que la plagiaba cuando ella estaba lejos,

de la hebilla plateada del cinturón que entonces

me alcanzaba debajo de la mesa.

De esas cosas me olvido, de los tantos poemas

inconclusos que hablaban de nosotros

y el misterio rumiaba sin poder descifrarlos,

de aquel aro de luz en los escombros,

de las huellas que pisan la búsqueda incesante

del sin mirar del sin saber de dónde.

A las piedras guardadas

para tocar el tiempo cuando estuve

les concedo el olvido.

De esas cosas no hablo, como los elefantes,

para que la memoria se burle del olvido.

 

José Antonio Cedrón-

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