Poemas

Sólo un ruego

Gris el cielo.

Llovizna aún sobre la tierra ya inundada.

Barro y agua corretean

por las calles intransitables de mi pueblo,

se adueñan de los ranchos

que pretenden resistir a tanto embate.

Sus grietas no resisten.

También se agrieta el alma

de mis pobres hermanos orilleros.

Me aflijo inútilmente.

Si apenas camino…

Las columnas andantes de mi cuerpo

tampoco resisten.

Entonces en la tarde,

con un dejo de luz esperanzada

junto las manos

y sólo atino a pedirle a Dios

por ellos

 

Del libro de la autora: Amaneciendo (Poesías)

Julia Burguener-

 

Comments

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *