Poemas

Crucero

Y me fui despidiendo

sin que tú lo advirtieras…

Las palabras son naves

que se encallan en tierra,

y esta nuestra se ha ido demorando

en el mar de rutinas que navega:

no avizora ni costa que la llame

ni un cambio de paisajes la despierta.

El timón, vacilante,

duerme en las aguas quietas.

Con ansiedad de rumbos

a veces se desea una tormenta,

cualquier viento que rompa con las brisas,

una ola que lave la cubierta,

y no seguir así, cronometrando

el subir y bajar de las mareas.

Pero nada sucede

en la igual duermevela

…Y yo ansío bajarme de la nave

no morir vegetando en esta espera.

 

Telma Vaernet

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