Si el destino monstruo,
atrapa con sus zarpas
tu pobre vida esperanzada,
no te entregues.
Siempre hay un gramo de aire,
tómalo y empuja,
apoya tus pies en el mundo,
debajo hay millones que lo sostienen,
no te entregues.
Por ellos, por nosotros, por vos,
no te entregues.
Elsa Hufschimid-