Conocí tu risa alienable
tu virtud permeable
tu camino inafrontable
Absurda vanidad…
Ceguera de mi ser
de mi oculto resplandecer
Delgada línea roja de hecatombes
sin socorrer…
Elixir de mi obsesión
no me lleves contigo,
apriétame despacio
suelta tu hilo conjuntivo…
Mi aversión no es cobardía
ya no me insulta, no me duelen
los reproches de exigua picardía
puesto aquí mi inexorable desdén
A quien fuiste un día.
Adriana Zacarías-