Poemas

El indio no es el que mira usted…

El indio no es el que mira usted

en el catálogo de turismo,

cargando bultos

o llevándole comida a la mesa.

Tampoco el que ve desde la ventanilla

y pide monedas haciendo malabares,

ni el que habla una lengua muy otra

y resiste fríos nocturnos.

No, el indio está adentro,

y a veces se le sale, acéptelo,

aunque lo entierre en apellidos,

aunque lo socave bien

y niegue su manchita de infancia,

ahí está, acéptelo.

Y si aparece esa agua rancia,

voraz, el aguardiente que inflama,

ya verá que se le sale,

el indio empuja con su fuerza de siglos,

emerge ardoroso y se le sale,

con lo guardado,

con lo que dura doliendo.

No, no es otro,

el indio soy yo,

a ver, repita conmigo.

 

Alan Mills

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *