Poemas

Autoleyenda

sin querer entrar en la corriente de polvo

fui atrapado en el viento del desierto

me salieron espinas en la lengua

y ya no pude tragar

al costado de mi cuerpo fueron formándose cayos

verdes y amarillas pupilas de lagarto

el sol dejó de quemarme

y las espinas

las espinas me duelen todavía

pero ya no sueño con mi padre

sino con un cerro de barro anaranjado sobre el que

se pone la luna

por las noches el frío me hace quedar mirando

las estrellas]

mientras mi sangre guarda al sol

mi única esperanza

es que el viento gire para siempre hasta la piedra.

 

hasta la piedra.

 

Adrián Campillay-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *