Poemas

Sacrificio

Hermanadas la furia y la blasfemia
en el sino mortal del sacrificio,
se derrite el incienso de los tallos
con un rito de ancestros y pulgares.

El umbral del dolor, que galvaniza
el recuerdo de un Dios inmóvil, roto
por las balas, la noche, la memoria,
acude a cizañar las madreselvas.

Caídos de las torres de los salmos
en una vieja letanía amarga,
vienen a incinerar la madrugada.

Clama el amor la melodía impune,
el canto de las horas desteñidas
que irrumpen en la lacra de los días.

¿Desearán los huesos descarnados
el sigiloso don de los amantes
que confunden las horas con los labios?

Llegará el madrigal de las sospechas
al campo del honor y los relojes
cimbreando el dolor de las estrellas.

Teresa Domingo Catalá-

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