Relámpagos de un cielo de saturno,
luciérnagas que pasan por la casa
y logran alumbrar con luz escasa
el aire familiar y taciturno.
Relámpagos juglares de un nocturno
y diminuto mundo que, en el asa
a veces de la lámpara, sin brasa,
por raras circunstancias hacen turno.
O regiones tal vez desconocidas
del hogar en las ánimas dormidas
a media noche exploran en la sombra.
Desde donde encendidas o apagadas
adviértanse caer o por la alfombra
rodar cual finas gemas encantadas.
Vicente Rosales y Rosales-