Poemas

El poema

Olvidando la casa aparecio? a mi lado.
De pie, con sus zapatos rotos y suavi?simos,
con el rostro cai?do ante la luz y el color,
mirando fijamente las ima?genes desde su melancoli?a,
la mano en la barbilla, silencioso,
y tranquila la espalda curvada de siglos jo?venes.
Al lado aparecio?, de traje claro,
y cabello como el de un adolescente vagabundo.
Una mirada de honda sabiduri?a solto? sobre mis hombros
como si colocara un par de alas
para un suen?o y un viaje, reunidos
en el desconocimiento.

Luz Machado-

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