Poemas

La metamorfosis (de mujer a poesía)

Hay una mujer que me succiona
el alma
de los pies a la cabeza
de puro sexo, de puro versos
Entra a mis venas, las transita.
Y se va como una ave de rapiña.
Es un ser envuelto en celos.
Una hembra de yeguarizos.
Viene a mí, engendra el hambre
deshilacha mis sentidos.
¡Esa mujer es un descaro!
Toda volcán enciende los latidos.
Es de agua y fuego penetrando
en cada espasmo mis delirios.
Sin cauces ni señales
entra y sale, dá lo mismo
Embaraza en cada aleteo
de suspiros.
Desfachatada y excelsa
deja mi cuerpo henchido
de palabras cuando escribo.
Toda ella es un monumento a la vivido
Tiene el áurea de los ángeles
vuela invisible en el camino

Es de todos y es de nadie
como el vino con que brindo
Sabe a sabios milenarios
de la ciencia de los vivos
y es dueña del invento
que hace al hombre
fiera y niño
Es la pluma más ligera
donde brotan duendecillos
y recita a los vientos:
el sortilegio del poeta.
Como cántaro y piedra
la defino
Ellas es más: alma elocuente
Yo destino
Ella toda poesía
Yo delirio
Ella cielo tierra árbol
yo sendero des prolijo.
Hay una mujer succionándome
el alma sin motivo
Yo escapo de sus redes, y me inca
junto ella por las noches
cuando escribo.

Marta Pimentel Álvarez-

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