Poemas

Alfa del Centauro

Bajo este asombro de constelaciones,
presintiendo tu huella que conduce
al vislumbre del Primer Universo,
-aquél que engendró al día de los días-
detengo la mirada y me arrodillo
en un ejercicio de humildad
y te pido que me dejes prevalecer.

Antes de culminar tu ciclo luminoso
detén, por un momento, tu vorágine de estrella
y como hiciste antaño con el Niño,
enciéndeme en la frente el soplo de los dioses
para que pueda ejercer otro destino
diferentes en los signos y el castigo
sobre esta tierra donde caen destruidas
las imágenes que elevé con plegarias.

Sí, yo te pido que antes de partir definitiva
en el tiempo donde no sucederé,
me aproximes al enigma
y en la frontera inconclusa de los sueños,
como esa bruja de los cuentos de hadas,
cabalgue tu fulgurante rabo
mientras desecho la intención oscura,
la que subyace en el sabát secreto
que alguna vez, también, he celebrado.

Y te pido, como último deseo,
que les concedas a mis imposibles:
la inabordable noche, el verbo alucinado
o el laberinto mágico que mide
su proyección eterna en el espejo.

Solo por un instante de encendido milagro.
Apenas el instante.

Beatriz Schaefer Peña-

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