Cómo me dueles,
hasta las lágrimas
que de vez en cuando te lloran
y recorren mi cintura cósmica, extrañándote.
Cómo me dueles,
hasta en las sonrisas fabricadas
para desencajar la dureza
de las facciones de mi cara.
Cómo me dueles,
cuando mi cuerpo se ovilla
en un sinfín de recuerdos
para intentar conciliar el sueño.
Cómo me dueles,
cuando tu ausencia
oprime a mis caderas
exprimiendo hasta lo más hondo el dolor
de los gemidos que eran tuyos y eran míos.
Cómo me dueles,
cuando ya no siento tus labios
saciar la sed de mi sexo
y penetrarme hasta el olvido.
Cómo me dueles,
cuando busco en mi cuerpo
tu cuerpo que ya no está,
que se ha ido.
Cómo me dueles,
cuando todo parece florecer
y yo siento que por mantenerte vivo
solo he envejecido.
Cómo me dueles…
Bárbara Himmel-