(de la serie Poemas Fatales)
Cuántas serán las gotas de veneno
que puestas en la copa con la bebida
darán la cantidad que requiero
para de un trago llevarme tu aliento
y la lengua no la sienta insípida?
Cuántas gotas serán las necesarias
para poner fin a este sentimiento
que, al vivir entre mentiras diarias,
perdió sus límites, tiró sus vallas,
y llenó su dignidad de resentimiento?
Y las promesas, mejor las olvidamos.
Destruiste cruelmente lo que era tierno;
con tu “disculpa pero todos fallamos,
no se puede evitar porque somos humanos”
transformaste las esperanzas en un infierno.
Mas recordaré tu última mirada.
Ahora mismo te imagino perplejo,
sin entender de lo que pasa nada
y con mi dedo tendré tu boca cerrada
para que luego veas como me alejo.
Y entonces, con los ojos cerrados,
no tendrás tiempo para más mentiras
y cuando preguntes: ¿Qué ha pasado?
Con una sonrisa diré: Me he envenenado
antes que tu amor acabara con mi vida.
Enrique Bolaños-