Uno que se divide
en infinitos,
y se desploma
en el universo de tu vientre;
Tus Venus
conjugan el verbo
del desliz de tus manos,
que vuelan en cielos de recuerdos
inmersos en piel,
esos que no vivieron aún;
Tus pensamientos
arraigados en tu pecho,
emigran a lo más hondo
de tu alma,
y brotan en lágrimas,
para desvanecerse,
en el submundo de una almohada
confidente de ausencias
Horacio Femenia-