Ven a la casona.
Por estos adoquines entra julio
y he apartado al perro del camino.
Ven, trae tu esencia;
susurros de color y cierto bordoneo
ahuyentarán el frío.
Sabes que la esquina de la copa
va a rescatar vibratos,
pajaritas de papel
y las mixturas ésas.
Ven, que ya es la hora;
conocerás de frente tu otra mano.
Alguien, desde un bronce,
resguarda esta noche tu lugar.
Lina Caffarello-