Poemas

Amarantos

La roldana alza mis desvelos

enmudecidos a la sombra de su llanto,

cautela que cuida con recelo

de aquellos ojos que han perdido tal encanto.

 

Ventanas que ciernen al desconsuelo

sobrevuelan  ilusiones en el camposanto,

inquebrantable hálito de vida siente anhelo,

por fluir algarabía aún en el quebranto.

 

Espejados ya mis sueños en el cielo

lentamente y con paciencia me adelanto,

con la fuerza que caracteriza a aquel riachuelo

 

le doy vida a lo que toco y entre tanto,

indomable como el agua del deshielo

todo el campo se cubre de Amarantos.

 

Soneto del libro Mora en el alma.

 

Bárbara Himmel-

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