Poemas

En la calle

¿Ves esa vieja escuálida y horrible?,

pues oye, aunque parézcale imposible,

fue la mujer más bella entre las bellas.

El clavel envidió sus labios rojos

y ante la luz de sus divinos ojos,

vacilaron la luna y las estrellas.

 

Y hoy, ¿quién puede quererla?,

¿quién un beso podría darle con tímido embeleso?

– ¡Yo!- dijo un extraño que me oía –

– Yo que por ella en la existencia lucho,

y que soy feliz cuando su voz escucho

¡pues esa vieja, es la hermosa madre mía!

 

Ocomu-

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