Poemas

No me preguntes

En la soledad de este despacho

desterrado de voces forasteras

no me preguntes mucho,

he buscado un refugio del solano,

de esa calma chicha que embriaga,

revolviendo armarios y libros

por encontrar al hombre que me habita.

Construí la casa de paredes blancas

con rincones de amapolas,

abierta la tuve siempre a la mente

y a los sueños del árbol nuevo,

confié en el valor de otros

liberados de tiempos hueros,

y otros me traicionaron, reflejo

de un mundo muerto.

En la soledad de este despacho

el hombre se ha hecho desierto

alimentándose de pan ajeno,

hermanos que lucharon juntos

se repartieron los frutos,

y porque ni somos pocos ni muchos

nos queda la soledad sola,

la muerte se acerca rancia

mientras la angustia me ahonda:

el hombre que fía en lo divino

que no plante arroz o trigo,

si no arrima el hombro

por cambiar este destino,

desde mi soledad le digo

que nunca cuenta conmigo.

 

Miguel Ángel Villar– Sevilla- de Revista Poética Azahar –

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