Aunque tú quisieras
no podrás olvidarme
porque me sé de memoria
el mapa de tu cuerpo
y en cada rincón de él
deposité mis besos.
Recuerdo cómo suspirabas
cuando yo te acariciaba
y te cubría con mis besos
el placer que tú sentías
cada vez que nos uníamos
en dulce embeleso.
Cuantas veces en la vida
me pediste un beso
y yo te correspondía
con algo más que eso
por eso te digo
que no podrás olvidarme.
Aunque tú lo quisieras
no dejarás de amarme
porque en el mapa de tu cuerpo
yo descubrí el sendero
donde juntos los dos
viajamos al cielo.
Nicolás Sosa- Cuba de Revista Poética Azahar-