Añoranza
Hubo tantas flores en aquella primavera que ni un pájaro hizo por volar. Hoy, se levantan las piedras en los caminos para maltratar los pies al erguido caminante, que a pesar del tango que le advierte: “en la vida se cuidan los zapatos andando de rodillas”, sigue erguido. Y algunos se van para ser recuerdo…