De regreso a Patagonia…
Las mesetas me devolvieron la vista en colores cementicios, rodé como la malaspina arrancada de cuajo por el viento, superé el horizonte y sangré sus espinas, sentí sus golpes; Aún así no me detuve, traspasé coirones, calafates, chenques, sentí sus olores… La arena volada en la cara, el todo, la nada. Barbara Himmel-