Poemas

A mi amor cautivo

 Siendo niña despertaste en mí el amor,

engalanada de tu belleza radiante juventud,

tu cuerpo de pureza lleno mi alma y mi corazón,

como una flor al abrirse muestra su hermosura.

 

De tu genuina belleza yo me enamore sin querer,

sin tan siquiera darme cuenta te empecé a querer,

a sabiendas que ese amor te haría padecer,

el más amargo y cruel dolor de la separación.

 

En el silencio de aquella noche tus manos delicadas,

aterciopeladas acariciando mi piel me sentí desfallecer,

me perdí en la suavidad de tus cabellos y tu aroma,

lo más bello de mis ojos fue el reflejo de los tuyos.

 

Con aquel primer beso dulce, apasionado, delicado,

que nos dimos, beso robado de nuestra inocente infancia,

como te amé desde entonces, chiquilla inocente,

niña dulce de ojos claros como el inmenso cielo.

 

Salvador Gutiérrez Carillo-

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