Eres una fuente
de agua clara
y transparente…
…el rocío de la mañana
cuando amanece.
Los campos están serenos
y el trigo verde
y, tú…
y, tú apareces como siempre…
El sol, dando vida y calor
para todos los seres
y el ser humano se empeña
en contaminar la tierra.
Ella, te avisa de que está enferma
y a ti, ¿no te duele?
¿Oyes una voz
que te llama dentro de ti?
¡la esperanza!
que llega a ti, cuando estás triste,
por tantas cosas que desconoces.
Mira la tierra reseca,
mira el mar y las ballenas
y el ser humano, se ciega;
que tiene ojos, y no ve.
Que estás aquí, ¿para fue?
si no estás entusiasmado,
la causa es…
¿el por qué estás aquí?
¡Hay algo que conseguir!
Mucho más, es la gran necesidad
que tiene el ser humano
de salir de donde está.
¡Todo es un tiempo!
No hagas que tu viaje
sea un tormento
imita a las mariposas,
a los pájaros y al viento,
que vienen para unas horas.
Y a ti, te han dado más tiempo…
… y tengas sabiduría,
y puedas cumplir tu tiempo.
¡el tiempo!,
¡tú tiempo!, es oro
y tú, eres parte de ello.
A la hora de salir
haz el trabajo bien hecho,
la forma de repartir
el trabajo con los hechos.
Esto, no se queda aquí,
aunque se quede tu cuerpo
este, es parte de la tierra
tu alma, del universo.
Y a la hora de salir…
das gracias por todo esto,
que sin tener nada material
fuiste feliz dando ejemplo.
Francisco Flores de la Torre-