Poemas

Arenas del olvido

Te conocí

cuando el sol que me alumbraba

se perdía

en el insondable abismo de occidente,

más allá del manto tenebroso

tendido por la virgen Negra,

que tendió los brazos para atrapar el sol

en el ocaso.

Se eclipsó la ilusión de los paisajes

y el mundo,

mi mundo, no logró  detener su tránsito

a la muerte.

En ese lapso de extraños pensamientos,

apareciste tú

como una luminaria de esperanza

tendiéndome la mano.

Tus labios hermosos como el  fuego

Invitaron

la pasión inspirada del amor.

No hubo noches, ni ocasos, ni horas

vespertinas.

Fueron horas de embriaguez apasionada

en el zenit presuntuoso

de la vida.

Pero llegó con sus nubes plúmbeas

el invierno

con su corte de borrascas inflamadas por los rayos,

compañeros del trueno,

y en ese torbellino de estupor y desconcierto,

el bajel del tránsito  amoroso

encalló

en las arenas del olvido.

De ti

solo quedó en mi corazón  la grata memoria

de los días,

el rescoldo encantador de tu presencia,

que intento reconstruir alucinado.

Gilberto Guzmán Celis-

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