“Tus hijos no son tus hijos,
son los hijos de la Vida”.
Escuché esa voz distante
y me quedé sorprendida;
ya ni sé quién me lo dijo
pero lo oí desafiante.
Pensar que entraron al mundo
y los percibí tan míos
como nadie sería más!
El decreto fue rotundo:
“son retoños de la Vida,
tú, eres sólo… su mamá”.
Tengo estrías que han de hablar
que estuvieron en mi vientre,
y es la sangre de mi sangre
la que transitará siempre
los caminos de esa Vida
que se los ha de apropiar!!!
Silvia L. de la Cal-
Hace muchos años que sigo la obra de Silvia de la Cal por medio de Crónica Literaria y me gustaría saber si ha publicado libros y por supuesto, adquirir alguno. Si es posible también me gustaría contactarme con ella. Muchas gracias!