Es poesía ese junco que tiembla
al vaivén de la brisa que pasa
y el tañir quejumbroso que suena
en la iglesia de ronca campana.
Poesía es la luna que rueda
dócilmente entre nubes de gasa
y la gota de lluvia que cuelga
oscilante en la rígida rama.
Es poesía el arado y la siembra,
la sirena de puertos y fábricas
y el murmullo incesante que llena
el recinto sereno del aula.
Es poesía el temblor de la estrella
parpadeando en la noche callada,
el perfume de las madreselvas
y el rumor cristalino del agua.
Poesía es el niño que juega,
que sonríe, que duerme, que canta;
poesía es el niño que reza;
poesía el candor de su cara.
Julio César Alvarado-