Poemas

Presagio

La tarde presagia orfandad.
Sólo están el fuego, el jardín
y las torcazas que se llenan
con las aceitunas caídas.
Pero ellos viven
y llenarán con amor
la oquedad del canto
de un gallo vespertino,
fantasmal presagio
que hiere el alma de su niña
(— Vos me hablaste, mamá,
del canto lejano del gallo,
cuando también fue tu miedo—).
El sol se retuerce entre los olivos,
la angustia se enreda en las rosas…
¡Ah, maldito gallo lejano
que siembra con su canto
el temor profundo!
Pero ellos calmarán a su niña.
Habrá de nuevo infancia
y el temor se habrá disipado.
(Aunque sé que un día ellos,
como este blando invierno,
serán sólo mi recuerdo amado).

Cecilia Bigetti-

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