Distancia impuesta, preservando la existencia.
Se siente el paso del tiempo,
y con él, lo inamovible, toma formas cotidianas.
Presente está el amor,
que no siempre libera de la tristeza invasora.
Laberinto invisible de dudas.
Cada tramo, cuál árido paisaje,
eterniza lo agreste, en una inmensidad latente.
Búsqueda incesante para encontrar sosiego
en lo inconmensurable del destino.
Graciela Di Laudo-