Poemas

Aprendiendo

¡Cuánto canta el alma

por la vida!

Es inconsciente y total.

La conjunción que somos

va cantando…

gritando quizás,

aullando a veces…

pues la vida real,

así lo exige.

Te pide estar despierto

entregarlo todo.

Detenerte y pensar…

el silencio es vida,

meditar y orar,

una consigna.

Luego continuar la marcha

más tranquilo.

Estar convencidos

del Dios que nos asiste

elevar su estandarte

demostrando el amor

a los hermanos.

Así será más fácil

la partida, y el perdón,

llegará sin despedidas.

¡Cuánto he aprendido

en este tiempo, vida!

Sigue indicándome

el sendero cada día

pues el paso se ha hecho lento

y sigue costando la subida.

 

Soledad Ferreira-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *