Si te contase mis noches,
largas, solas y tristes.
Cuando el sueño se disipa
en las nubes de mi llanto
y me duele la garganta,
de tanto gritar tu nombre
sin pronunciar un sonido.
Sentir como silba el viento,
en los árboles afuera,
se cuela bajo mi puerta
para hacerme compañía.
Sola mi noche y mi día;
de día el sol me acompaña,
la rutina, el ajetreo…
es trabajar y volver.
Volver es cerrar la puerta…
La noche que se aproxima,
los miedos que reverdecen.
Los recuerdos que mezclados
le hacen daño al corazón.
Si te contase mis noches
llenas de soledades,
en que repito tu nombre
sin pronunciar un sonido.
No podrías entender,
cuantos silencios encierran,
las roncas voces del alma.
Mariana Bidou-