Parada frente al mar
con un reflejo gris en su mirada.
(Se diría perdida en la nostalgia,
la nostalgia del mar, que no se agota)
Parada frente al mar.
La ciudad a su espalda
(esa ciudad que antaño fue promesa
y hoy es sólo glacial encrucijada)
y una muda tempestad de arena
bajo sus pies descalzos.
Ante ella hay un mar incomparable
que sus ojos no ven, un cielo transparente,
una distancia,
la levedad impronunciable de la brisa
Sergio Barao Llop-