Me pierdo en el mundo.
El de tu eterna belleza, doncella.
Me pierdo en tus hermosos ojos,
profundos y brillantes cual centella.
Me pierdo en tu amor y tu rostro,
Me pierdo en la luz aquella.
La de tu figura dorada,
radiante cual brillo de mil bellas estrellas.
Me pierdo ante tu melódica voz,
que mis cansados oídos atropella;
me pierdo tan solo ante tu divina presencia,
que con su esencia a dejado en mi corazón huella.
Irónicamente me pierdo al encontrarte,
al encontrar esta paz que por siempre mis demonios sella.
Me pierdo al encontrarte, así es.
Y narraré tu esplendor como épica epopeya!
Estrella Fugaz-
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